Le chef du village.
Il faut prendre contact avec lui et impérativement saluer en premier.
C´est lui, l´autorité.
Una de las primeras impresiones que conservo y que me vuelve a sorprender es el tiempo y la dedicación con la que los senegaleses se saludan entre sí.
Es cierto que esto se ha perdido un poco en la capital, Dakar; pero aún sigue siendo evidente y se acentúa aún más cuanto más nos adentramos en el medio rural.
Cuando dos senegaleses se encuentran entabla un cordial saludo... que parece casi ritual (incluso entre desconocidos). Por lo general cogidos de la mano, comienzan a preguntar por el bienestar y salud de familiares y allegados de su interpelado. Este curioso saludo puede tomar incluso algunos minutos.
Más que un saludo... es una forma agradable de consolidar lazos de amistad y de relaciones ya sean profesionales o de cualquier otro tipo. Algo que en occidente se ha perdido y que queda confinado a algunos rincones rurales casi olvidados; donde saludar parece casi un atrevimiento, no hay tiempo ni ganas. Donde a los mayores en vez de gente de gran sabiduría y experiencia acumulada, se les trata como despojos y lastres sociales.
El saludo es muy importante en Senegal.
Chema tomó buena nota de las explicaciones de nuestro guía y bajo su atenta mirada, Chema saluda al Jefe del poblado.
Cuando se toman tiempo para tomarse su té, para saludarse, para dedicarlo a sus mayores y compartir su experiencia y sabiduría,
no es tiempo perdido.
Jeune fille Pheul.
Un peu timide..... au début.
et intrigué... son sourire fut fabuleux lorsqu´il s´est vu sur l´appareil.
Fotos aportadas por km.
Oh!....Les enfants sont toujours craquants.
El pueblo llevado por el ritmo.
(incluso nuestro guía se apunta)
No hay que buscar mucho para advertir que los habitantes de este país llevan la música en sus venas.
Mientras las ciudades se dejan arrastrar por el hip hop, los cantos y bailes tradicionales perviven con fuerza en el campo.
Dos mujeres improvisaron unos djembés.